La aplicación de una economía ambiental que obligue y/o incentive a los productores internalizar los costos ambientales tiene efectos sociales positivos pero desestimula a las empresas que más contaminan al incrementar sus costos. De hecho, empresas que arrojen una rentabilidad negativa cuando incluya en sus costos los efectos ambientales negativos que generan podrían desaparecer. La alternativa de tales empresas será reestructurar su sistema productivo con procesos tecnológicos más limpios y eficientes si quieren competir y permanecer en el mercado.
La implementación de una política ambiental causa, entonces, impactos sobre algunas de las variables que determina el desarrollo económico y, por lo tanto, sobre el desarrollo económico mismo. De esta forma, aunque difícil, es importante determinar el efecto final de una política de esta naturaleza sobre el desarrollo.
A través de un modelo de equilibrio general, se busca estimar el impacto probable de la aplicación de tasas retributivas por contaminación hídrica sobre las principales variables macroeconómicas, sobre los impuestos pagados por los sectores industriales, y sobre los precios y la producción.
Hace años la excelencia ecológica de las empresas era un valor intangible de difícil percepción por parte de los consumidores. Poco a poco la preocupación por los problemas ambientales se ha hecho patente en la sociedad y se demanda cada vez con más fuerza que las empresas respeten el entorno en el que desarrollan su actividad. La gestión de los impactos sociales, éticos y ambientales asociados a la actuación de las empresas se está convirtiendo en un verdadero imperativo, de manera que la imagen ambiental de una compañía es un valor o una carga que evalúan inversores, aseguradoras, clientes, proveedores y consumidores en general.
Tenemos como ejemplo a la empresa alcoa, líder mundial en la producción de aluminio primario, productos intermedios de aluminio y alumina, con centros de producción en 37 países, la cual participa en todas las fases de la industria: tecnología, minería, refino, electrólisis, fabricación y reciclado.
Alcoa se ha impuesto un plan ambiental basado en los principios de desarrollo sostenible que establece ambiciosos objetivos y “guiará los programas de la compañía durante los próximos veinte años”, según informó el presidente mundial de Alcoa, Alain Belda, en la junta de accionistas de este año.


fuente:
http://www.fuac.edu.co/revista/M/seis.pdf
http://www.usc.es/econo/RGE/Vol%2011_2/Castelan/op4.pdf
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